«El Último Día de la Gloria»
Legendario y mitos de la Última Era de la Gloria, leyenda tercera: Ñe’N, el Principio del Cielo..
Ñe’N, el Principio del Cielo.
De los Principios, solo Ñe’N volvía con frecuencia a La Realidad. Los Primordiales lo buscaron durante eras, pero no fue hasta que los dioses se aliaran para abrir las Puertas del Principio cuando Gumo, Primordial de la Verdad, siguiendo las rutas trazadas por el Elevado Osap, halló aquello que Kuge’Sob dejó atrás. A continuación, cito las palabras que un testigo del encuentro me relatara.
La sorpresa de encontrar un sexto continente tan cerca de las puertas quedó opacada de inmediato. Allá, en lo profundo del Mar Infinito, la silueta de un ave colosal reposaba con sus patas hundidas en las aguas interminables. Su alta cabeza rozaba el cielo y se mezclaba con las luces que llegan desde más allá de La Realidad. El fulgor del cielo caía sobre ella y ensombrecía en colores toda su apariencia, pero cuando el Principio abrió las alas toda luz fue bloqueada durante un instante. No hubo, sin embargo, tiempo de apreciar su grandeza, porque al tiempo que desplegaba las alas azotó con ellas un viento tan fuerte que incluso los Primordiales tuvieron que aferrarse a la nave para no ser arrojados al Mar Infinito. Cuando volvimos a ver, Ñe’N se había marchado.
Desconozco la ubicación exacta de este nuevo continente y mucho menos sé qué fue lo que dejó atrás Kuge’Sob. Ñe’N, volvió varias veces a ser visto en el mismo lugar, pero nunca más por dioses o finales. Fueron los mortales como nosotros quienes tuvieron la fortuna — o desgracia, según se interprete — de entrar en contacto con el Principio. En sus viajes por la Realidad, Ñe’N se detenía a beber con frecuencia, y tan diferente es el tiempo para él y tan incomprensible la apariencia del ave, que, mientras bebía, para los mortales transcurrían siglos. No fueron pocos quienes confundieron al Principio con una isla y sobre su espalda se construyeron pueblos y ciudades. Luego Ñe’N volvía a volar y se llevaba todo con él. Así, en el sexto continente, al que siempre volvía el Principio antes de regresar a su hogar, pronto nació un nuevo pueblo al que los dioses prestaron mucha atención.
Los viajes de Ñe’N a La Realidad se detuvieron cuando aquello que vigilaba en el sexto continente cambió. Y en ese momento los Primordiales encontraron la respuesta que buscaban. El día en que aquello despertó fue el Último día de la Gloria.
Relacionado
Es, como he dicho, una idea confusa. Aun así, cuando Vasali, Primordial y Final del Futuro, tuvo aquella terrible visión, dioses y finales se lanzaron una vez más a explorar las rutas de Kuge’Sob, a las que habían llamado «arroyos». No encontraron a la entidad que invadiría La Realidad y tampoco la forma de abrir las Puertas del Principio, pero la comprensión que alcanzaron sobre la esencia de La Realidad los llevó a construir los Diez Archivos.
También los Archivos fracasaron en abrir las Puertas del Principio, pero revelaron algo que Kuge’Sob dejó atrás durante sus viajes. Entonces estalló la Faull’Ralsó.
Cuando La Realidad y los Primordiales surgieron, algo puso a Wucux’Is tras la Puerta del Principio. Junto a sus hermanos. Entonces los Primordiales, potestades absolutas de los conceptos más encumbrados que dan sentido a los infinitos mundos, se sintieron pequeños.