Hola, Selvar por aquí.
Según estos datos de la encuesta que realizamos unos colegas y yo, y que seguro conoces, «Tener con quien hablar sobre un libro» es algo que le gusta a casi todos los lectores de literatura fantástica. Yo no completé el formulario de la encuesta, pero de haberlo hecho seguro que también le dama «¡Me encanta!» a esta opción.
Se supone que lo que te traigo hoy es una reseña, pero no sé si aplica del todo el término, porque mi objetivo no es recomendarte el libro o convencerte de que no lo leas, es decir, no voy a darte mi opinión sobre el libro y su calidad.
Lo que voy a hacer es hablarte del libro que estoy leyendo, aquí entre amigos.
(Sin revelarte nada importante de la trama claro)
No-Reseña de «El Prisma Negro», de Brent Weeks.
La luz de Orholam baña las Siete Satrapías y la Cromería. El Prisma, su elegido ejerce un poder sobrecogedor para preservar el equilibrio entre los colores y las satrapías, y vigila la perdición de los dioses antiguos, los dioses de los colores que se rindieron ante la gloria de Orholam.
Siete colores se dividen a partir de la luz sagrada: Súper Violeta, Azul, Verde, Amarillo, Naranja, Rojo y Subrojo. Aunque luego se verá que la Cromería guarda secretos, cuenta mentiras…
La magia es la capacidad de algunos para trazar un color o dos, o incluso todos los colores del espectro. Ser un trazador «monocromo» eleva por encima de los comunes. Ser un «bicromo» girará los ojos de todos los patrocinadores hacia ti. Ser un «policromo» te alzará en la cima del mundo. Serás un vasallo predilecto de la religión.
En presencia de tu color y suficiente luz podrás trazar aquel o aquellos colores que Orholam te haya concedido. Trazar canaliza el color que vez a través de tu cuerpo y te permite expulsarlo como «luxina» una sustancia que varía en aspecto, consistencia y propiedades según el color.
Verde para el salvaje empalador.
Azul para el filo de la racionalidad.
Amarillo para la luz consistente.
Naranja para el don del artista.
Rojo para la pasión del guerrero.
Súper Violeta para el sigilo del cínico.
Subrojo para el fuego del que ve.
Trazar confiere poder e impone una condena. Al canalizar el color este transforma tu cuerpo. Lo cambia. Y cambia también la mente del mago. Cada color, al trazarlo, impone un estado de ánimo específico. El verde te vuelve salvaje, el azul racional, el naranja empático… Estas emociones se acumulan durante años y cuando el color del trazador se acumula hasta el borde en sus pupilas — todo trazador acepta este destino ante Orholam — su vida será segada por El Prisma.
De lo contrario el color se apodera del trazador hasta convertirlo en un monstruo que dejará atrás la carne y la humanidad para reconstruirse en un engendro de luxina. Un «Engendro de los Colores».
El Prisma, que puede trazar todos los colores, es el único que no sufre este mal. Aunque de todas formas está condenado a morir. Viven en múltiplos de 7. Algunos solo siete años, otros más poderosos catorce. Gavin Guile, el prisma actual, ha vivido durante diez y seis años. Algunos dicen que es el mejor prisma en cientos de años, otros que no tiene comparación desde que Lucidonios sometiera a los dioses de los colores.
Un hombre como Gavin Guile tiene grandes propósitos y ha realizado incontables proezas. Expulsó invasiones piratas, detuvo guerras centenarias, se enfrentó a demonios marinos y derrotó a su hermano, cuando ocurrió lo imposible y Orholam concedió el don del Prisma a dos personas a la vez, aunque luego la Cromería se asegurara de afirmar que Dazen Guile era un Falso Prisma, un mero impostor lleno de trucos.
A Gavin le quedan cinco años de vida y cinco grandes propósitos cuando se entera de que tiene un hijo bastado. Karris Roble Blanco, miembro de la Guardia Negra encargada de proteger al Prisma y a la Blanca — no así al resto de máximo representantes de cada color en la Cromería —, y según algunos, la verdadera causa de la Guerra del Falso Prisma entre los hermanos Guile, también se entera de la existencia del muchacho. Que por su edad, fue concebido en la época en la que Karris y Gavin estaban comprometidos, aunque el tiempo revelará que Karris oculta un secreto aún más doloroso que la traición de nuestro Prisma, una pena que se verá zaherida por la aparición del bastardo.
Así comienza esta historia; el hombre más poderoso de mundo ve desmoronarse sus planes ante un imprevisto enorme que viene a ser el protagonista de nuestra historia, Kip Guile.
Sinopsis original de «El Prisma Negro»
Gavin Guile es el Prisma, el hombre más poderoso del mundo, además de sumo sacerdote y emperador, encargado de mantener una paz frágil que solo se sostiene en virtud de su poder, ingenio y carisma. Pero la vida de los Prismas nunca es larga, y Guile sabe con exactitud de cuánto tiempo dispone: cinco años en los que deberá lograr otros tantos objetivos imposibles.
Cuando Guile descubra que tiene un hijo, nacido en un reino lejano al término de la guerra que lo condujo al trono, tendrá que decidir qué precio está dispuesto a pagar con tal de proteger un secreto que podría reducir su mundo a escombros.
(No me paga nadie ni soy afiliado, el libro está bueno y punto, lo recomiendo)
Opiniones sobre El Prisma Negro.
Bueno, yo ya estoy enganchado a la trilogía y voy por un poco más de la mitad del segundo. Así que está claro que me ha gustado, además lo recomendé arriba.
Al haber leído parte del libro dos tengo un poco más de contexto para comentarte cosas, pero PAZ, no voy a hacer spoilers.
Este libro me tomó sorprendido, estaba buscando que leer y vi que está muy arriba en un top de Googreads — no tengo cuenta allí, llegué al top en cuestión vía San Google —. Le di una oportunidad y valió mucho la pena.
Lo primero que quiero comentarte es que sus personajes son muy buenos, de hecho, son mejor que la trama, aunque esta esté bastante entretenida, pero al menos en el primer libro le encuentro un defecto que te voy a comentar en breve.
Nuestros protagonistas serán:
Kip, hijo bastardo de Gavin y a todas luces el que hará el «camino del héroe» — aunque puede que héroe oscuro, te digo la razón después —.
Gavin Guile, El Prisma y un tipo con mucho carisma. De no estar cargado de negros secretos sería uno de estos personajes cálidos con los que te encariñas de verdad.
Karris Roble Blanco, aquí no pasa eso de que los personajes femeninos sean princesas o sólo la «debilidad» de algún héroe. Meterse en el vertiginoso ritmo de acción y pensamiento de Karris te hace entender de inmediato que vas a desear ver a este personaje con frecuencia.
Liv Danavis, hija de Corvan Danavis. Y no puedo decirte mucho más sobre quien es Corvan, porque te arruinaría uno de los primeros secretos de la historia.
Un personaje del cual no puedo decir ni el nombre. Lo único que puedo agregar es esto: ¡Jugada Maestra del autor! Desde que apareció este personaje empecé a leer el doble de rápido, fue como si me lanzaran de una patada a un abismo lleno hasta arriba de intriga.
Worldbuilding y trama
Antes te comenté un poco sobre lo más relevante de este mundo, pero me quedo muy corto y aquí entra la máxima pega que tengo para el primer libro de la trilogía, luego esto mejora; el mundo le queda grande a la trama y la trama le queda grande a los acontecimientos del primer libro.
¿Qué significa esto?
Significa que, en mi opinión, el primer libro necesitaba casi el doble de páginas para desarrollar algunas subtramas. Ojo, no es que los acontecimientos se sientan inconexos o incorrectos, pero me da la sensación de que, aunque el desenlace del libro es genial, hubiese sido mejor si el ritmo se tornara más pausado en algunos momentos.
En el segundo libro esto no sucede, el ritmo sigue siendo vertiginoso, pero perfecto.
Cosas positivas sobre «El Portador de Luz», que es el nombre de la trilogía.
La trama no es lineal ni predecible. De hecho, casi siempre se va por alguna tangente cuando creías que adivinado los próximos acontecimientos.
Es fantasía épica, pero con sabor a fantasía oscura. Tienes a héroes con buenos propósitos y corazones puros derramando vísceras y sesos en cruentas batallas, lidiando con traiciones, sádicos y cínicos.
La forma de narrar es interesante, porque la voz del narrador se va mezclando con la del personaje. Al inicio puede resultar confuso, pero solo al inicio. Luego te partirás de la risa con todo lo que Kip no llega a decir y con todas las veces que fracasa en intentar no sacarle hasta el rostro todos los colores del espectro a cualquiera con sus irreverentes palabras.
Hay una especie de balance aquí en cuestión de temas de género. Las mujeres ven más y mejor los colores, por esto la mayoría de trazadores poderosos son mujeres. La mayoría de trazadores son mujeres en general. Pero los hombres están más dotados para la guerra y, a menudo, aparece un trazador o dos que a fuerza de voluntad o ingenio logra eclipsar la monarquía femenina en cuestión de trazo.
Misterios, muuuuchos misterios.
Conclusión vertiginosa…
Me encantó esta saga, la recomiendo un montón y ya tengo ganas de terminar todo lo que tengo que hacer hoy para seguir leyendo.