El pecado de Brandon Sanderson
Magia Suave vs Magia Dura y el impacto de las 3 Leyes de la Magia.
Mientras buscaba ideas para solucionar un «dime que te diré» de incongruencias lógicas que se me ha creado en la trama de El Heraldo de la Guerra, me encontré con este video: [Fuente 1]. Que hace un análisis muy interesante sobre los sistemas de magia en la fantasía actual y, como sin querer queriendo, le tira bastante tierra al bueno de Sanderson.
Quiero darte mi opinión al respecto, barrer un poco del polvo que le han arrojado al hombre que, para bien o para mal, está liderando las tendencias de la fantasía épica en la actualidad, y, cómo no, echarle yo también su poco de tierra.
Porque sus Tres Leyes de la Magia me han ayudado mucho, pero vienen con trampa.
A decir verdad, quiero aprovechar para volver a hablar sobre tipos de magia en la fantasía, es un tema que me gusta y una tuerca que he hecho girar bastante en mis mundos.
¿Qué dice el video?
En resumen, al mismo tiempo que aprovecha el concepto popularizado por Sanderson; Magia Blanda-Magia Dura, afirma que:
«Es precisamente en esa necesidad de darle lógica a la magia, en ese ensañamiento en diseccionarla y explicarla hasta el último átomo, cuando inevitablemente le quitamos su belleza»
La premisa es sencilla, aunque su lógica es poderosa: Sanderson y el halo que ha extendido sobre muchos otros escritores contemporáneos están llevando a la magia hasta sus límites, al punto de que en algunas obras se percibe casi como ciencia aplicada y no como un portento.
En esto no le falta razón. En «El Hombre Iluminado» de Sanderson, tenemos, no solo las mismas normas que fundamentan la magia en una historia de fantasía épica como «El Archivo de las Tormentas», sino que nuestro protagonista proviene de esta saga, pero de golpe se encuentra perseguido por una nave espacial… De espadas y poderes olvidados a alta tecnología, todo operado sobre las mismas bases argumentales.
No es esto, en mi caso, una crítica directa a Sanderson. Al contrario, me parece muy interesante ver una evolución en su mundo. Pero me hace preguntarme si estoy dispuesto a continuar una historia que en cualquier momento puede Mudar de género por completo. A mí me gusta la fantasía épica, no tanto la ciencia ficción.
Pero bueno, esto se va del mensaje del video.
En el video, el Youtuber hace un seguimiento de la literatura fantástica dividido en cinco etapas, y otorga un papel determinante a la introducción de sistemas de magia para, de alguna forma, sanear al género de la avalancha de «versiones» de «El Señor de los Anillo», dado que el impacto de Tolkien fue tan grande, que en algún punto los lectores comenzaron a aburrirse de leer historias que venían a ser… eso; versiones. No obstante, el éxito de Sanderson está teniendo un impacto similar en la actualidad. Cuando a Tolkien se le imitó la lucha del bien contra el mal en contubernio con El Viaje del Héroe para conformar su fórmula maestra, a Sanderson se le replican sus ideas sobre los sistemas de magia y la Fantasía Dura.
Mi opinión, es todo cierto.
Es que Sanderson no solo es popular entre lectores, también es un maestro que ha formado a muchos candidatos a escritores de fantasía épica. Con sus cursos y canal de Yutube. Todo un referente, o más parecido a un filósofo de la escritura de fantasía épica. Una especie de Platón de estos tiempos y estos gustos frikis, con su escuela de aprendices.
Ojo, está claro que él no inventó los sistemas de magia, pero… dio a conocer estas cosas de aquí:
TRES LEYES DE LA MAGIA
La Primera Ley de la Magia de Sanderson: «La capacidad de un autor para resolver conflictos con magia es directamente proporcional a lo bien que el lector entienda dicha magia».
La Segunda Ley de la Magia de Sanderson: «Las limitaciones son más importantes que los poderes».
La Tercera Ley de la Magia de Sanderson: «Expande lo que ya tienes antes de añadir algo nuevo».
[Fuente 2]
Pero Selvar, ¿tanto crees que ha influido?
Bueno, yo creo que sí y que influirá más aún en los próximos años, porque hay una camada de escritores en ciernes, como yo, que han bebido mucho de las aguas de su sabiduría, aunque no siempre hemos sacrificado un ojo (sacrificar un ojo a cambio de sabiduría, por lo de Odín y Mimir… bueno, tampoco era un chiste bueno en realidad), y en los años venideros, espero, esos autores que se han formado bajo el ala de su popularidad, publicarán libros que extenderán su sombra como el frío de un dementor o la luz del carro de Ra, según si ves ese vaso medio lleno o medio vacío.
En el video encontrarás ejemplos y los argumentos de su autor. Yo como estoy de acuerdo con esta parte, te mencionaré una saga que, a pesar de que su sistema de magia es tan bueno o mejor que los de Sandersón, está claro que sí sacrificó un ojo para beber sus aguas; «El Portador de las Luces», de cuyo primer libro hablé aquí y que hace dos días terminé de leer el quinto y final — cuestionable, creo que puede extenderse, no dejas cabos sueltos sobre un bueno devenido en villano y una profecía que lo vincula a un mal olvidado si pretendes cerrar la trama—.
No me voy a extender con el sistema de magia de «El Portador de las Luces» porque ya tengo una publicación sobre él, pero para resumirlo a fin de que pueda ser ilustrativo en el tema actual, te menciono lo más importante.
Existen 9 colores; los del arcoíris y dos colores olvidados (Paryl y Chi). A ellos podemos sumar dos colores legendarios o mitológicos: blanco y negro. Los trazadores tienen el poder de materializar por medio de su cuerpo uno, varios o todos los colores, según el poder y la habilidad, pero más que nada según la suerte de haber heredado más o menos colores. Cada color tiene un efecto mágico concreto y un efecto psicológico concreto. Por ejemplo, el rojo tiene propiedades combustibles y genera pasión. Todas las manifestaciones físicas de la magia se denominan «Luxina», una sustancia que tiene determinadas propiedades físicas y mágicas en función de su color, que puede estar abierta o cerrada, que puede ser trazada en tonos más precisos o menos, que se va acumulando en el cuerpo hasta la muerte, que puede utilizarse para X o Y …
¿Te parece complejo? ¿Enrevesado? Una magia que requiere manual, algo igual de detallado y metódico como… ¿Los metales de la Alomancia, quizás?
PERO OJO, en ningún momento es un calco. El Trazo es un sistema de magia impresionante y toda una obra de arte, y a la cual el autor da un uso muy original, pero está claro que entra dentro de la categoría de Magia Dura popularizada por Sanderson. Además, las vacas, caballos y cerdos tienen pesuñas, pero todos vienen de diferentes lugares.
¿Cómo transcurre el río en mi patio?
Pasé un par de horas viendo videos sobre este tema de los sistemas de magia, hay muchos creadores hablando de esto, lo cual me parece genial, por cierto. Y claro, llegó la pregunta de cuánta agua he bebido yo en los pozos de Sanderson.
Yo diría que bastante.
Las ideas de Sanderson sobre los sistemas de magia en una historia de fantasía épica dotan a tu worldbuilding de una estructura memorable, es decir, algo que tu lector puede comprender a base de lógica y que le ayuda a comprender el resto de elementos que se derivan de la magia en tu historia; te fuerza a ser creativo para resolver la trama con las herramientas que te has proporcionado — dicen que la necesidad es la madre de la inventiva —, y; evita que peques de omnipotente y perjudiques la credibilidad y naturalidad de tu historia al sacarte algún conejo del sombrero cuando te dé la gana.
Pero.
Este tipo de enfoque sobre la magia limita no pocas características más arcanas e intrigantes de la magia. Esto es malo si, como yo, eres un apasionado de la mitología, la magia antigua, los enigmas y lo imposible.
Porque al abrazar la seguridad y estabilidad del modelo de magia de Sanderson, renuncias a los imposibles en favor de la credibilidad.
Este mortal de aquí que se hace llamar Selvar Sunfo ha desarrollado su propia receta. El objetivo es aprovechar la solides de la Magia Dura renunciando lo menos posible al sabor pagano de la Magia Suave.
Te pongo un ejemplo.
En «La Realidad» — mi universo —, existen solo dos sistemas de magia (aunque a veces se mezclan un poco).
El Interpretativo.
El Representativo.
Ambos se sustentan sobre la siguiente máxima: El poder nace de los conceptos.
Todo tiene un concepto. El fuego, por ejemplo, o el tiempo. Pero todo lo que existe, todo, todo, todo, posee un concepto particular. Hasta una hormiga tiene un concepto que expresa su naturaleza. Tal y como esta es en cada momento concreto. Al concepto de una entidad viva, que está en constante cambio, se le denomina «Anhelo». Un ser humano posee Anhelo, también los dioses lo poseen. Aunque dominarlo es otra cuestión.
El caso es que cualquier concepto puede ser abordado por uno de los dos sistemas de magia. El interpretativo comprende y expresa un concepto. Mientras que el representativo abarca y representa un concepto.
Ejemplos.
Dorák, de «El Heraldo de la Guerra», posee afinidad con los conceptos Guerra, Protección y Justicia (aunque no de forma directa, sino a través de un Don, pero esa explicación alcanza para otra edición del Archivo, así que para otra se queda), y su método mágico es interpretativo. De modo que él puede acceder al significado de estos conceptos e interpretar/expresar el poder que en ellos subyace.
Yan, el Infalible, de «La Sutileza del Anhelo», posee afinidad con el concepto de la Determinación (este sí de forma directa) y su método mágico es representativo, lo que lo faculta para encarnar la naturaleza de dicho concepto.
Si te fijas, ambos métodos me dan mucha flexibilidad; un concepto puede ser o muy concreto o demasiado amplio. Las posibilidades para obrar magia son muchas, pero hay una conclusión peligrosa.
«Bueno Selvar, pero si los conceptos son los mismos y el poder se extrae de ellos, al final sí hay un límite a partir del cual todos los que usen el mismo concepto estarán limitados a usar los mismos hechizos y poderes»
Y sí, pero no. Por el Anhelo. Esta es mi pequeña trampa para engañar a mi propio sistema. El Anhelo, que es el concepto que te define según quien eres en cada momento y que, aunque todos los dioses intentan conocer el suyo propio, muy pocos seres — dioses, finales o mortales —han logrado encontrar. Este pequeño concepto individual de cada personaje de mi universo condiciona la forma en la que percibes el resto de los conceptos.
De esta forma, dos personas con las mismas afinidades no podrán nunca interpretar o representar un concepto de la misma forma. Así que siempre hay espacio para sorprender e intrigar, aunque todos jueguen con un set de herramientas similares.
Un último ejemplo bastante ilustrativo, es mi último cuento: «El Ensombrecido de Azul», en él aparece un personaje que tiene afinidad con los mismos conceptos que Dorák, pero sus interpretaciones en nada son iguales.
El pecado de Sanderson
En fin. ¿Qué opinas tu sobre todo esto?
¿Crees que se está exagerando la influencia de Sanderson en la literatura fantástica actual o que ha terminado de abrir una tendencia que podría marcar mucho el futuro del género?
¿Culpable o inocente?
P. D.
Se habla de Sanderson como el adalid de la Magia Dura, pero varios se han dado cuenta de que esto es cierto en mayor medida para la fantasía en formato literario clásico, y en occidente. Porque, aunque se le da un papel secundario dentro de la fantasía, lo cierto es que los japoneses llevan mucha ventaja en esto de desarrollar sistemas de magia complejos, detallados y reglados, en el anime.
Puedes ver algo más sobre eso en la [Fuente 3], pero ya te digo que las ordenes radiantes se quedan pequeñas ante las complejidades del Nen en Hunter x Hunter.
P. D. 2
Mientras tanto en la fantasía oscura…
No creo que Sanderson esté influyendo tanto, aunque casi no he leído autores nuevos en el género fantástico. En primer lugar, creo que esa forma de concebir la magia como magia dura hace que el concepto de magia pierda su sentido. Aunque he leído poco de Sanderson, sus obras y su estructura me hacen acordar más a un shonen de peleas que a una novela de fantasía. Son un shonen convertido en novela. Y ya siendo adulta, no disfruto tanto de este tipo de obras; tiendo a buscar obras más lentas y reflexivas.
En segundo lugar, la pluma de Sanderson es demasiado simple y directa. No hay una maestría en el uso del lenguaje, como en el caso de Tolkien o de Úrsula Le Guin. Sanderson es demadiado comercial, es un escritor que está de moda. Si eres un lector que ha leído mucho, sobre todo clásicos, te das cuenta que Sanderson no tiene nada que ofrecer en el aspecto narrativo. Y por lo que tengo entendido a Sanderson tampoco le interesa este aspecto. Por ello, no creo que sea un escritor que vaya a trascender y tener un impacto del grado que tuvo Tolkien, quien había leído mucho y era un gran conocedor y estudioso de la mitología.
Además, Sanderson a veces peca de tirar demasiada información sobre el mundo o em sistema de poder. Pierde mucho tiempo en eso, volviéndose aburrido por momentos. Su presentación del mundo no es dinámica. Esta fue la razón por la que tardé mucho en engancharme con "El camino de los reyes", que se me hizo densa por eso justamente. Y creo que podría haber sido mucho más corta. Al terminarlo sigo preguntándome qué es lo tan genial de Sanderson. De hecho, no me dejó con muchas ganas de continuar la saga, sobre todo, sabiendo que van a ser muchos libros.
Por eso, me estoy dedicando a leer fantasía más vieja, esas sagas y novelas del género que hace tiempo tengo pendientes. Y las disfruto más que Sanderson. Creo que a mí me gusta otro tipo de fantasía y no la que escribe este autor. Eso no quiere decir que no le de otra oportunidad en el futuro.
Me ha encantado, macho. Y estoy de acuerdo en que Sanderson ha sido uno de los responsables de ese cambio de paradigma, al igual que lo fue Martin no hace tanto. Opino lo mismo con respecto al anime. Hunter x Huntes es mi favorito y, de hecho, tengo una publicación programada en que lo menciono de pasada.
¡Bravo!